¿Cómo sería la vida sin fuego?

 




Para nosotros no tendría mucho sentido.
Es nuestro recurso principal. Es quién nos convoca y en función de él vamos moldeando cada tarea.
En este hermoso oficio que amamos y hacemos a diario, el fuego nos enseña que es el motor.
El inicio. El impulso y el movimiento.

El fuego convoca. Cobija. Entibia el cuerpo y el corazón.
El fuego abre y también transforma.
El fuego modifica el estado de todo lo que toca.

Por eso, queremos invitarte a que te tomes unos minutos para vos y hagas un ejercicio que nos gusta mucho cuándo queremos cambiar nuestros días poco coloridos.
Encendé una vela.
Escribí en un papel lo que te gustaría cambiar, puede ser una emoción, una situación, lo primero que aparezca en tu mente.
Apoyalo en tu pecho. Repetilo tres veces.
Y entregáselo cómo ofrenda al fuego para que se eleve y trasmute.

Te regalamos las palabras de Eduardo Galeano:
”No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.
Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros, otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.”

Que tu fuego interno nunca se apague.
Sigamos compartiendo y alimentándolo entre todos.
Estamos acá.
#team La Cerería.

@cin_villalon para @felizza_anunciatta
 ~

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